Es conocido por ser el aliado estrella de los vegetarianos. El sabor no es su punto fuerte, ya que por sí solo no sabe a nada en concreto. No obstante, la neutralidad es el secreto de su versatilidad en la cocina. Además, es una de las alternativas vegetales más consumidas en todo el mundo debido a sus múltiples propiedades. ¿Aún no sabes qué es? Pues estamos hablando del tofu, la proteína vegetal por excelencia.
Pese a que nos pueda parecer un alimentos moderno, propio del siglo XXI, la verdad es que el tofu lleva formando parte de cocinas asiáticas desde hace más de 2.000 años. Es un ingrediente que permite crear infinitas posibilidades de elaboraciones, desde hamburguesas, estofados, revueltos, salsas… ¡incluso postres! El problema es que su insípido sabor no es muy atractivo a primera vista y a veces puede resultar difícil cocinarlo para que sepa a “algo”. Si aún no has aprendido a sacarle el máximo partido a este producto vegetal, no te preocupes, la batalla aún no está perdida. A partir de hoy, vas a saber cómo preparar tofu para elaborar unos platos tan sabrosos que te harán la boca agua.
Qué es el tofu
El tofu es un alimento básico de la cocina oriental que se elabora con con semillas de soja, agua y un coagulante que, generalmente, es sulfato de calcio, cloruro de calcio o cloruro de magnesio. Uno de estos tres últimos ingredientes es el que le confiere una firmeza y textura diferentes a cada tipo de tofu. En defintiva, el tofu es leche de soja coagulada con una apariencia muy similar al queso, de ahí que también se le conozca como queso de soja o cuajada de soja.
El tofu se caracteriza por su sabor neutro, por lo que se suele combinar con muchos otros alimentos, ya que adquiere el sabor de todo aquello con lo que se cocina, y se puede emplear tanto en platos salados como dulces.
Se trata de un producto bastante perecedero, por lo que debe consumirse preferiblemente fresco. Se conserva en la nevera una vez abierto (no más de 3 o 4 días) en un recipiente cerrado con agua mineral, la cual es aconsejable renovar diariamente. No se recomienda su congelación, pero si optas por congelarlo, ten en cuenta que perderá su textura habitual, ya que se pondrá esponjoso al derretirse el hielo.
Entre sus múltiples beneficios, destaca su gran aporte de proteínas de muy buena calidad, lo que lo convierte en un alimento muy digestivo. Por tanto, resulta ideal para personas con problemas estomacales, como, por ejemplo, durante episodios de gastritis. También destaca su rico aporte de minerales, especialmente hierro y calcio.
Comprar tofu: solo y en platos cocinados
En nuestra tienda online, o en la de Barcelona, encontrarás muchos productos elaborados con tofu, ya sea solo o cocinado o elaborado con este ingrediente. Estos son algunos de ellos:
[imacPrestashop_productos productos=”5939, 3094,1571,6021,902,6293,183″ idioma=”1″]
Recetas con tofu
Tofu teryaki
Ingredientes
– 1/4 taza de salsa de soja
– 1 cucharadita de jengibre rallado
– 1 cucharadita de ajo rallado
– 1 cucharadita de tahini (puedes sustituir con crema de cacahuate
– 3 cucharadas de miel de piloncillo (puedes usar azúcar morena, agave, maple o el endulzante que prefieras)
– 1 bloque de tofu firme (unos 315 gr).
Cómo cocinar tofu sabroso
Descubre como cocinar tou y conseguir un sabor muy sabroso en tu plato vegetariano.
Historia y orígenes del tofu
El origen del tofu se remonta a la antigua China, aunque existen diversas teorías que explican su invención.
Algunos atribuyen su invención a Liu An, príncipe de Huainan desde el 179 al 122 a. C., y que posteriormente se expandió a otros países como Corea y Japón.
Otra teoría habla de un método de elaboración por parte de los antiguos chinos importado de los sistemas de cuajado de los monjes budistas y de los lecheros indios; aunque también hay otra teoría relacionada con la importación que hace referencia a una adaptación de las técnicas de elaboración de queso de las tribus de Mongolia.
Otra hipótesis recae en una coagulación involuntaria o accidental al sazonar una sopa (preparada con pasta de habas de soja) con sal marina, la cual actúa como coagulante.
Sea como fuere, lo que queda claro es que se trata de que la elaboración del tofu es una técnica culinaria ancestral, y que su consumo estaba muy extendido en China. Posteriormente su sistema de elaboración traspasó las fronteras chinas hacia otros muchos territorios asiáticos.
La expansión del tofu coincidió, posiblemente, con la del budismo, dado que es una fuente de proteínas muy presente en esta religión. Y es que su valor nutritivo es otro factor clave para que se haya convertido en un alimento básico en numerosos países, como Corea, Japón, Vietnam o Tailandia, con ligeras variaciones regionales en cuanto a su producción, sabor, textura y uso culinario.
Respecto a su llegada a Europa, hay una antigua referencia relacionada con el capitán británico John Saris, que visitó Japón en 1613. En su diario describió ciertas pautas culinarias de los japoneses, manifestando que tenían queso en abundancia, pero que no tomaban cualquier leche ni tenían mantequilla. Ahora bien, la primera mención del término tofu fue en el año 1665 por parte de Domingo Navarrete, un fraile italiano.
El Tofu se conoció en Estados Unidos bastante más tarde que en Europa. Fue en la revista de medicina American Journal of Medicine donde se mencionó por primera vez en 1896. Mientras que en Sudamérica se hizo una primera mención del tofu en 1946.
Tabla nutricional del tofu
Tabla de valores nutricionales del tofu por 100 g
Calorías | 76 |
---|---|
Grasas totales | 4,8 g |
Ácidos grasos saturados | 0,7 g |
Colesterol | 0 mg |
Sodio | 7 mg |
Potasio | 121 mg |
Hidratos de carbono | 1,9 g |
Fibra alimentaria | 0,3 g |
Proteínas | 8 g |
Vitamina C | 0,1 mg |
Hierro | 5,4 mg |
Vitamina B6 | 0 mg |
Magnesio | 30 mg |
Calcio | 350 mg |
Vitamina D | 0 IU |
Vitamina B12 | 0 µg |
Fuente: USDA