Poner el huevo con una pizca de sal y el aceite de girasol en la batidora de mano. Batir sin mover. El brazo de la batidora tiene que estar tocando el fondo del vaso. Mantener hasta conseguir la emulsión.
Ahora añadir los trocitos de kimchi encurtidos. La cantidad al gusto según queramos más o menos picante (nos podemos guiar por el color rosáceo). Incorporar el aceite de sésamo, un chorrito de lima y volver a batir unos segundos.
Una vez listo podemos decorar con la parte verde de una cebolleta.
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