Estos langostinos resultan muy crujientes y te transportarán a Oriente en un periquete. Su salsa es imprescindible para potenciar su sabor umam. El rebozado en panko es muy tradicional en la cocina japonesa y el acabado con el katsuobush (atún seco) le da un toque sorprendente.
Deshacer la harina en un vaso con un pelín de agua fría.
Poner en un cazo el resto de ingredientes excepto el aceite de sésamo y las semillas, echar también la harina disuelta en agua y calentar dándole vueltas hasta que la salsa espese un poco.
Retirar y dejar en un cuenco en el que previamente habremos echado un poco de aceite de sésamo y las semillas. Reservar.
Pelar los langostinos dejando la cola. Quitar el intestino.
Poner a calentar el aceite (ser generosos) en una sartén antiadherente. Salpimentar los langostinos e ir rebozándolos sucesivamente en harina, huevo y panko.
A continuación, freírlos a fuego medio y, cuando estén doraditos, sacarlos y ponerlos en papel absorbente.
Colocar por encima el katsuobushi y servir calientes.
Ingredientes
Instrucciones
Deshacer la harina en un vaso con un pelín de agua fría.
Poner en un cazo el resto de ingredientes excepto el aceite de sésamo y las semillas, echar también la harina disuelta en agua y calentar dándole vueltas hasta que la salsa espese un poco.
Retirar y dejar en un cuenco en el que previamente habremos echado un poco de aceite de sésamo y las semillas. Reservar.
Pelar los langostinos dejando la cola. Quitar el intestino.
Poner a calentar el aceite (ser generosos) en una sartén antiadherente. Salpimentar los langostinos e ir rebozándolos sucesivamente en harina, huevo y panko.
A continuación, freírlos a fuego medio y, cuando estén doraditos, sacarlos y ponerlos en papel absorbente.
Colocar por encima el katsuobushi y servir calientes.
No os imaginais lo que agradezco todas estas recetas en concreto ésta la haré para noche vieja. Cuidaros mucho