Romper 4 huevos grandes en un bol.
Incorporar 140 g de azúcar, 2 cucharadas de miel y batir bien.
Añadir 160 g de harina con un colador para evitar grumos y 1 cucharada de polvo para hornear y mezclar hasta que quede una masa consistente.
Dejar reposar en la nevera unos 15 minutos.
Remover la mezcla y añadir 1 cucharada de agua.
Pasar un paño de aceite en la sartén y añadir 3 cucharadas de la masa a temperatura medio-baja (hacer esta acción en cada dorayaki).
Colocar la masa en la sartén de forma circular y voltear cuando se formen burbujas (cada 75-90 segundos). Sacar después de 30 segundos.
Cubrir los dorayakis hechos con un paño húmedo.
Untar con pasta japonesa dulce de frijoles rojos y tapar con otro dorayaki por encima en forma de sándwich… ¡y listo para comer!
Envolver los dorayakis sobrantes con papel transparente y almacenar en un lugar fresco durante 2 días.
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