Partir la fruta del maracuyá por la mitad y extraer todo su interior. Poner en un cazo junto con dos cucharadas de azúcar y un chorrito de lima. Cocinar a fuego lento hasta que se deshaga el azúcar. Esperar a que espese un poco, ir removiendo y reservar.
Cuando esté a temperatura ambiente, volver a batir con una cuchara para dejar la mezcla más cremosa (veréis que cambia de color y se vuelve más amarillo eléctrico). Reservar a temperatura ambiente.
En el mismo cazo, añadir 2 cucharadas colmadas de crema de queso y una cucharada de azúcar. Mezclar bien. Una vez frío, incorporar el yogur griego y mezclar de nuevo. Poner en un bol tapado en frío durante una hora.
Triturar 4/5 galletas para obtener una tierra gruesa.
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