En los últimos años, la tendencia a comprar productos naturales que poseen propiedades beneficiosas para la salud ha aumentado considerablemente. La medicina natural se ha ido haciendo un hueco en los hogares de muchas familias con el fin, no de sustituir a la medicina tradicional, sino más bien de complementarla. El ginseng, por ejemplo, es una raíz de origen asiático que se ha utilizado durante cientos de miles de años en la medicina tradicional china por sus múltiples propiedades medicinales. Hoy te invitamos a descubrirla.
¿Qué es y para qué sirve el ginseng?
Las prisas, el esfuerzo diario y la falta de sueño generan cansancio y agotamiento a un número considerable de personas. Para paliar estos estragos existen diferentes remedios naturales que ya forman parte de nuestra botica casera. Uno de los más utilizados es el ginseng, que no es más que una planta cuya raíz se emplea en la medicina oriental desde hace miles de años.
El motivo de este uso ancestral en las culturas asiáticas —y americanas— del ginseng son sus propiedades reconstituyentes a nivel mental, físico y sexual, gracias a que su raíz contiene unos elementos químicos denominados ginsenósidos, a los que se le atribuye, en gran medida, tales beneficios. Aunque para que el ginseng produzca estos efectos beneficiosos para el organismo, la planta ha de madurar seis años como mínimo.
En función del lugar de cultivo de esta planta, podemos diferenciar varios tipos de ginseng, como el chino, el siberiano, el americano, el indio y el coreano; este último se conoce como ginseng rojo y se considera el más estimulante.
En la actualidad, el ginseng se comercializa en múltiples formatos: comprimidos, cápsulas, extractos, polvo, tabletas, cosméticos e infusiones. Debido a que existen muchas marcas y tipos de ginseng, lo más aconsejable para valorar su calidad es comprobar que al menos cuente con un 7 % de ginsenósidos.
Esta probado que el ginseng combate la fatiga eficazmente, pero también mejora la función cognitiva, tiene efectos antiinflamatorios, favorece el sistema inmunológico y sirve de tratamiento para la disfunción erectil, entre otros importantes beneficios que trataremos más adelante.
Comprar ginseng: formas y formatos
Hay muchas formas y presentaciones para tomar el ginseng, incluso como alimento complementario a otros productos. En nuestra tienda online podrás encontrar lo siguiente.
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¿Dónde se produce el ginseng?
La planta del ginseng crece principalmente en la zona norte de Asia oriental, concretamente en el norte de China, en Corea y en Siberia oriental. Además, la podemos encontrar en América del Norte, generalmente en las zonas con condiciones climáticas más frías. De hecho, debido a su gran demanda, los cultivos de ginseng más extensos se hallan en el sur de Cánada y en las regiones noroeste, central y noreste de los Estados Unidos. Además, su cultivo ha llegado a la península ibérica, concretamente en la provincia de Soria, a unos 1.100 metros de altitud.
¿Qué pasa si tomo ginseng todos los días?
Pese a que el consumo diario de ginseng no provoca efectos adversos graves, es importante tomar las dosis recomendadas, puesto que un consumo en exceso puede generar ciertas contraindicaciones, como dolor de cabeza, nerviosismo, insomnio, hipertensión arterial o molestias estomacales. La agitación y el nerviosismo se dan con mayor frecuencia si se combina con otras sustancias estimulantes como el té, el café o las bebidas energéticas.
Conviene recordar también que el consumo diario de ginseng no debe sobrepasar un periodo de tres meses, puesto que si su consumo no causa los efectos deseados, lo más aconsejable es acudir a la consulta del médico para que lleve a cabo una valoración.
Para disfrutar de los beneficios esperados del ginseng, la posología habitual suele oscilar entre 500 y 2.000 miligramos de ginseng al día. Además, es recomendable empezar con pequeñas cantidades e ir aumentando progresivamente las dosis en función de sus efectos.
Beneficios y efectos del ginseng
La raíz del ginseng contribuye a:
- Aumentar la resistencia: según varios estudios, el ginseng tiene la capacidad de aumentar la resistencia en casos de sobreesfuerzo. Es decir, supone una dosis extra de energía para aquellas personas que realizan mucha actividad física diaria. Este incremento de la resistencia se debe, mayormente, a que el ginseng actúa sobre el sistema nervioso central, reduciendo el consumo de oxígeno del cerebro, y actuando sobre neurotransmisores como la serotonina y la dopamina.
- Estimular la función cognitiva: otras investigaciones aseguran que el ginseng favorece los procesos cognitivos, generando reacciones más rápidas frente a estímulos visuales o acústicos. Además, mejora otras funciones cerebrales como la memoria y el estado de ánimo.
- Activar el sistema inmunitario: se ha probado la eficacia de los ginsenósidos en el incremento de linfocitos, por lo que resulta positivo en personas con el sistema inmunológico deprimido, ya que contribuye a aumentar sus defensas.
- Combatir la disfunción erectil: se ha demostrado que el consumo de ginseng aumenta la producción de óxido nítrico, una sustancia que favorece la relajación muscular en el órgano reproductor masculino, además de aumentar la circulación sanguínea.
- Disminuir la inflamación: el ginseng tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes beneficiosas para nuestro organismo. Esta capacidad para reducir la inflamación se debe a que los ginsenósidos regulan las citokinas, que son las proteínas responsables de los procesos inflamatorios. Estos efectos antiinflamatorios también se traducen en una respuesta positiva del cuerpo frente a agentes alérgenos, disminuyendo los picores, la congestión nasal, la rinitis y otros síntomas producidos por las alergias.
- Prevención frente al cáncer: estudios realizados en Asia vinculan el consumo de la raíz de ginseng a un menor riesgo de padecer cáncer de diferentes tipologías.